Atención padres y apoderados:
Se recomienda que se fijen en algunas señales que les permiten sospechar que el bullying está ocurriendo con su hijo o hija:
- llega a casa con su ropa, libros y cosas rotas o le han sido robadas;
- tiene moretones, heridas, cortes y rasguños que no puede explicar; - ha perdido el interés por ir al colegio y por hacer tareas; - baja en su rendimiento académico; - tiene pocos amigos o no tiene amigos; - no invita a compañeros a su casa y rara vez va a la casa de amigos; - falta de apetito, dolores de cabeza y/o de estómago (en las mañanas); - presenta alteraciones del sueño: insomnio, pesadillas o llora mientras duerme; - pide dinero extra o saca dinero a escondidas (entregado al intimidador); - llega del colegio ansioso, triste, alicaído, con los ojos lagrimosos; |
Si se dan cuenta que su hijo o hija participan en acciones de bullying:
- evite culpabilizar;
- evite castigar; - explíquele que intimidar no es un juego; - establezca normas familiares sobre relaciones interpersonales; - si rompe las reglas, sea claro en sus respuestas, pero no agresivo; - sea un buen ejemplo cumpliendo las reglas; - trate de pasar más tiempo con su hijo, involúcrese en sus actividades y pasatiempos; - conozca a sus amigos;; - ayúdelo a desarrollar estilos de comportamiento no agresivos; - mantenga contacto con el colegio. |
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